El ágora es una plaza pública, un sitio de reunión, de encuentro, de ver y mirar, de contemplar cómo pasa la vida.
En el número 13 de la Rue de l'Ancienne Comédie de París se encuentra Le Procope, que fue el café más antiguo de la ciudad. Ese lugar tiene para mí un significado muy especial, así como la ciudad de París, que siempre recordaré con cara de felicidad.
En El ágora...se escribirá de París, por supuesto, también de libros, ¿quién sabe?, será como una criatura que, al igual que los humanos, nunca sabe lo que el destino le depara.
En los placeres de la vida, en hacer sonreír, está la dicha que nos regalan los dioses. Tenemos en nuestra mano que a aquel con el que nos cruzamos le sonría la vida y de que nunca seamos la causa de poner tristeza en otras personas.
